El cáncer comienza cuando los genes de una célula sufren una mutación y como resultado la célula empieza a dividirse sin control, produciendo un tumor. En el proceso de aparición del cáncer tienen especial importancia dos tipos de genes, los protooncogenes y los genes supresores de tumores.
¿Qué son los protooncogenes y los oncogenes?
Los proto-oncogenes son genes que normalmente ayudan a las células a multiplicarse. Cuando un proto-oncogén muta o tiene demasiadas copias, se convierte en un gen «malo» que puede estar permanentemente activado provocando la proliferación incontrolada de la célula. El proto-oncogén mutado se llama oncogén.
Pocos síndromes de cáncer son causados por mutaciones hereditarias de los proto-oncogenes, pero la mayoría de las mutaciones causantes de cáncer que involucran oncogenes se adquieren, no se heredan. Por lo general, los proto-oncogenes se convierten en oncogenes por dos mutaciones: reordenamientos cromosómicos o duplicación de proteínas.
¿Qué son los genes supresores de tumores?
Los genes supresores de tumor son genes normales que desaceleran la división celular, reparan los errores de ADN o indican a las células cuándo morir (un proceso conocido como apoptosis o muerte celular programada). Cuando los genes supresores de tumores no funcionan correctamente, las células pueden crecer fuera de control, lo que puede conducir al cáncer.
Piensa en estos genes como el pedal del freno de un coche. Al ser accionados evitan que la célula se divida demasiado rápido. Cuando ese freno se estropea, la célula se “embala” y se sigue reproduciendo aun cuando no debería.
Las anomalías hereditarias de los genes supresores de tumores se han encontrado en algunos síndromes de cáncer familiar. Sin embargo, al igual que en los oncogenes, la mayoría de las mutaciones de genes supresores de tumores se adquieren, no se heredan.
Un solo oncogen mutado por lo general no es suficiente para causar cáncer por sí mismo porque los genes supresores de tumores están actuando para poner freno a mantener el crecimiento celular se salga de control. Por tanto, los oncogenes tienen que activarse para producir el cáncer mientras que los genes supresores de tumores tendrían que ser eliminados o inactivados.
Mientras que los principales sospechosos de mutaciones relacionadas con el cáncer son los oncogenes, genes supresores de tumores mutados, y los genes de reparación del ADN defectuoso, las mutaciones que figuran a continuación también hacen daño:
- Activar y desactivar carcinógenos
- Control de suicidio celular (apoptosis)
- Control de la señalización celular
- Control de la diferenciación celular
Dra. Mercedes Alemañ Romero es la Directora Técnica del laboratorio CEFEGEN y una especialista en Bioquímica Clínica y Genética Forense con más de 20 años de experiencia.
Entre sus principales áreas de especialización se encuentran la Bioquímica Clínica, la Genética Forense y Clínica, la Antropología Forense y la Reproducción Humana Asistida. La Dra. Alemañ es miembro activo de la Sociedad Internacional de Genética Forense (ISFG) y de la Sociedad Española de Antropología y Odontología Forense, lo que respalda su constante actualización en las técnicas y avances más recientes en su campo.