Las moléculas de ADN recombinante surgen de la combinación de varios materiales genéticos, que crean cadenas de ADN diferentes a las que presenta el genoma original.
Todas las moléculas de ADN tienen una misma estructura química, por eso es posible unir varias, ya que lo único que varía es la secuencia del nucleótido en el interior de su estructura.
El trabajo de un laboratorio de ADN cuando realiza un trabajo relacionado con ADN recombinante comienza con la elección de dos o más hebras, esta será la base para su posterior combinación, que será la que genere el ADN recombinante.
Uno de los aspectos funcionales del ADN recombinante más curiosos es que se puede combinar ADN de especies muy diferentes, en estos casos se habla de ADN quimérico, debido a que en la antigüedad se creía en la existencia de un monstruo llamado quimera, mitad león, mitad dragón.
Gracias a las técnicas actuales, se puede crear cualquier tipo de combinación, en un rango infinito de creaciones a partir de la combinación del ADN de seres vivos.
Quizá, el proceso de ADN recombinante más célebre sea la clonación. Para clonar seres vivos lo que se hace es replicar una célula viva ya existente, una vez elegido el organismo huésped se prepara el vector de ADN, a continuación, se crea el ADN recombinante, basado en el primer organismo.
Este proceso es complejo pero muy efectivo. Como veremos a continuación, las pruebas de ADN recombinante tienen muchas más aplicaciones en la actualidad, más allá de la clonación de seres vivos.
En la actualidad, ya se investiga para desarrollar nuevas aplicaciones.
Dra. Mercedes Alemañ no escribió una bibiografía por el momento